Estudios de casos: México
Fuente: “Historia Contemporánea de América
Latina”
de Thomas Skidmore
y Peter Smith
México tras la
independencia
Las guerras de
independencia dejaron a México en desorden y decadencia. Los españoles se
habían llevado su capital del país. Las minas de oro y plata, en otro tiempo
orgullo del imperio de ultramar, necesitaban todo tipo de reparaciones. La
industria textil y la producción en general se derrumbaron. Las cicatrices de
la batalla por la independencia eran visibles en todo el país. La economía
mexicana se encontraba en un total desorden así como también la estructura
social. Tras la independencia había dos bases de poder institucional:
La invasión
Estadounidense
Asolada por las
guerras independentistas, México era una nación vulnerable y débil. Los tejanos deseaban zafarse del gobierno
central de
Los mexicanos
consideraron dicha anexión como un equivalente a un acto de guerra de Estados
Unidos. Las disputas y los entredichos entre ambos países complicaron el
panorama hasta que Polk (el presidente de los Estados Unidos) inició la guerra.
Fue un enfrentamiento totalmente desigual, en el que finalmente Estados Unidos
salió victorioso, y México pagó un precio muy caro por ello.
La pérdida sacudió profundamente
a la elite criolla mexicana. Su frustración hizo erupción en un acerbo ataque
de los conservadores a los liberales, la facción predominante en el gobierno
desde la independencia. Los liberales, contraatacaron. En 1858, los
conservadores volvieron a atacar, iniciando casi veinte años de una guerra
civil destructora. Esos años incluyeron, el desgraciado imperio (1863-1867) de
Maximiliano de Habsburgo, de Austria, que puso en práctica de forma literal la
fórmula conservadora. Este personaje fue puesto gracias a la intervención
militar de Francia y las ambiciones imperialistas de Napoleón III, con el
objetivo de hacer pagar a México su deuda con Francia.
Durante la siguiente
guerra entre Francia y Alemania es que se desata un intervalo de inestabilidad,
acentuado por el descuido por parte de Francia de la protección de Maximiliano,
quien fue, finalmente combatido por Benito Juárez quien se hace con el poder
tras fusilar a Maximiliano. Benito Juárez consolidó su poder bajo los liberales
hasta su muerte en 1872. Luego de tal mandato, surge la figura de Porfirio Díaz
quien gobernó por hasta 1911. Las reformas que impulsó fueron de origen liberal
(en 1870) inspiradas en las ideas del Positivismo (la idea del progreso del
hombre, y de su transcurso por los tres estados, mitológico, metafísico, y el
estado positivo o científico). Entre sus reformas se destacan la expropiación y
venta de tierras de
Díaz aplicó básicamente
los principios del liberalismo económico. El desarrollo económico durante su
período de gobierno fue impresionante, un ejemplo de ello es el progreso en
materia de ferrocarriles. Claro que ese progreso económico de los años de Díaz
también tuvo su coste. Mientras los ricos prosperaban, la vasta mayoría de los
mexicanos se enfrentaban a una pobreza agobiante. Este progreso económico tan
desigual originó una protesta repetida de los trabajadores urbanos y rurales.
La revolución mexicana
Los descontentos que había, principalmente, entre los jóvenes llagan a un punto de cólera tal que atacan al sistema. La extensión del mandato de Díaz quien había modificado la constitución para prolongar su mandato (para ser re-electo en todo momento) era otro motivo para iniciar una revolución que llevaría como consigna la “no-reelección” (además de los reclamos por reformas agrarias).
Uno de los principales
críticos al sistema mexicano era Francisco Madero, quien tenía fuerte
convicciones liberales. En 1910 Madero se presenta a las elecciones, y fue
encarcelado por ello. En la cárcel, llamó a una revuelta armada (que se empezó
a organizar rápidamente). Díaz frente a este fenómeno abandona el país en mayo
de 1911. Se hacen nuevas elecciones donde Madero triunfó. Sin embargo, la
revolución mexicana no fue controlada por mucho tiempo por Madero ya que
surgieron figuras (que encabezaban movimientos armados en contra del gobierno)
como Emilio Zapata y Pancho Villa, quien era vocero de pequeños propietarios
estancieros y deseaba la devolución de las tierras. Madero es asesinado en 1913
por Huerta. México se sumergió en una sangrienta guerra civil. Finalmente fue
la intervención extranjera la que sentenció a Huerta. El presidente Wilson (de
los Estados Unidos) decidió no reconocer al gobierno. Frente a esta situación
Huerta dimitió en 1914. Para el año 1923 las principales figuras en
controversia por el poder (Carranza, Zapata y Villa) fueron asesinadas. Sin
embargo,
En el vacío se
colocó Calles, que consiguió que los dirigentes políticos asintieran a la
convocatoria de unas nuevas elecciones y a la creación de un nuevo partido, el
Partido Nacional Revolucionario (PNR). A pesar de que vinieron sucesores en el
poder como Ortiz, Calles continuó manejando el poder entre bastidores. Esto va
a cambiar con Cárdenas quien va a mandar a Calles al exilio. Durante su mandato
presidió la distribución de algo más de 18 millones de hectáreas a los
desposeídos mexicanos. La solución fue recurrir al sistema comunal denominado
ejido. Estos ejidos podían incluir a cientos, incluso miles de familias.
Asimismo construye escuelas, hospitales, nacionaliza el petróleo (PIMEX) además
de reorganizar la estructura del partido y al cual le cambió el nombre por
Partido de
El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá
El logro supremo de Salinas fue el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. El TLC está principalmente interesado en la inversión. En segundo lugar el TLC incluyó una cláusula explícita para la protección medioambiental. Otra característica distintiva del TLC era su fundamento político subyacente. Estados Unidos buscaba varios objetivos. Una era preservar la estabilidad de su frontera sur. La idea era que el TLC estimularía el crecimiento económico en México. Un segundo objetivo era asegurar a Estados Unidos un creciente acceso al petróleo de México. Y en tercer lugar, era obtener una ficha importante para las negociaciones comerciales con Europa, Japón y el GATT. México tenía la esperanza puesta en que el TLC atraería la inversión, estimularía el empleo. En segundo lugar el TLC ofrecía a Salinas una oportunidad de institucionalizar sus reformas económicas. Y por último México estaba buscando la bendición internacional para su poco democrático régimen político.
Las
negociaciones fueron arduas y largas, fue difícil convencer al senado
estadounidense que creían que el tratado podría provocar una gran inmigración
de mexicanos a EEUU.
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